El efecto placebo es uno de los temas más apasionantes de la medicina actual. Entronca con uno de mis temas favoritos, los behavioral economics: las emociones y expectativas afectan nuestra percepción del dolor. En Harvard acaban de crear un instituto dedicado a estudios de placebo, con la lógica polémica entre doctores y científicos por las dudas que plantea sobre la medicina convencional.
El hecho clave es que tenemos una idea muy vaga sobre cómo funciona nuestro cuerpo, a pesar de los espectaculares avances de la medicina. Hay muchos efectos curiosos; estos son solo algunos ejemplos:
• Si no hacemos nada, tendemos a ser como los demás y a curarnos solos (regresión a la media)
• Si nos miran, nos comportamos, y curamos, de otra forma (efecto Hawthorne).
• El Valium no provoca ningún efecto, a menos que sepas que lo estás tomando.
• Si la pastilla es más grande, hace más efecto; dos pastillas son mejor que una; pastillas de marca mejor que genéricos; y las pastillas de colores mejores que las blancas.
Nuestra comprensión de las enfermedades psicológicas, por ejemplo, cambia con el tiempo; de hecho, las define un grupo de expertos de la Asociación Americana de Psicología (APA), que las revisa cada 10 años aproximadamente. Si ni siquiera sabemos seguro qué es o no una enfermedad, ¿cómo vamos a poder curarla?
En un estudio sobre un medicamento para el asma, el placebo no mostró ninguna influencia en los marcadores químicos que indican si el paciente responde a la terapia. En cambio, los pacientes declaraban sentirse mejor. Ello indica que otros resultados (número de visitas al médico, calidad de vida, etc.), aparte de las medidas objetivas de evolución de la enfermedad, deberían tomarse en cuenta. Esto va totalmente en contra del método científico tradicional.
Sin embargo, ¿el objetivo de la medicina no es hacer sentir mejor al paciente?
En inglés se usan dos palabras distintas para enfermedad: disease, que se trata con medicinas, intervenciones quirúrgicas y otras tecnologías, e illness, donde entra en juego el contexto entero de un encuentro médico, incluida la relación con el doctor.
El efecto placebo apunta a que debemos considerar no solo la ciencia, sino también el arte de la medicina, tratando las diseases como illnesses. Solemos buscar una “bala mágica” que cure de un golpe la enfermedad, pero todas las enfermedades modernas son demasiado complejas para eso: diabetes, cáncer, dolor crónico, etc.
Nos queda tanto por aprender, que necesitamos aceptar que aún no sabemos casi nada.
Juanjo Rodríguez es Director de la agencia Duplex Marketing y autor del blog Bajo la Línea
|